
A todos nos ha pasado alguna vez… Un terrible virus asola nuestras aulas y la ratio se reduce en un cuarto. ¿Qué hacer entonces? ¿Avanzar temario a pesar de todos los estudiantes que faltan? ¿Leer durante todo el día? ¿Hacer actividades repetitivas que no supongan avanzar contenidos? Recientemente me encontré en esta situación y, de mis propios alumnos que ‘resistían’ en sus pupitres, surgió esta actividad.