La falta de hierro suele manifestarse con una sintomatología de:
- Debilidad.
- Palidez.
- Dificultad para mantener la temperatura corporal.
- Falta de energía.
Lamentablemente, muchos de estas manifestaciones son también síntomas habituales del embarazo, como el cansancio y la somnolencia, por lo que cuando estos síntomas se detectan, es fácil que no se asocien a la falta de hierro hasta que las reservas se encuentran ya bajo mínimos.