Es importante tener en cuenta que hay días e incluso momentos del día, que prácticamente todo el grupo de alumnos está más excitado de lo que consideramos habitual. Por ejemplo, lo días previos a los periodos vacacionales, las horas anteriores a una actividad o taller interesantísimo, los cambios bruscos de la temperatura o incluso la visita de un agente de la policía que viene a hablarnos de educación vial.
Por otro lado, solemos caer en la tentación de pensar, que justo el día en el que me encuentro más cansada o cansado, ese día que no me aguanto ni yo, pues justo ese día es cuando más descontrolados están. Y he de deciros que ese pensamiento sólo nos lleva a perder más nuestra capacidad de control sobre el grupo y a estar de una forma más irritable.
Todo docente tiene que tener la flexibilidad adecuada y empatía necesaria, para entender lo anteriormente expuesto.
Ahora os voy a dar unos consejos para favorecer un buen clima de respeto y armonía en el aula: