WALHALLAb, escuela DIY en Holanda
Más tarde decidió abrirla al público. Un día, tallaba minuciosamente una figura en un bloque de madera cuando entre las visitas, se acercó una niña rubia de 9 años, que le dijo que también quería ser escultora. Marco le contestó que no podía. “¿Por qué?”, replicó la niña. “Porque eres una niña”. Y aquella respuesta desafiante en una conversación inocente retó a la joven y al propio escultor y pronto, la niña comenzó a trabajar la madera como alumna de Marco.