Los niños atrapados en la cueva de Tailandia fueron sedados para que no entraran en pánico. Un día después de su exitosa salida de la caverna, así lo han reconocido este miércoles los responsables del equipo de salvamento, que han revelado numerosos detalles de la operación en una multitudinaria rueda de prensa. «Los niños no nadaron, solo flotaron. Algunos podían estar despiertos y otros dormidos», ha explicado Apakorn Youkongkaew, jefe de los «Navy Seals», los buzos de élite de la Marina tailandesa. Aunque no ha respondido abiertamente que hubieran sido sedados, sí admitió que habían sido «tranquilizados» para que saliera bien el rescate a través de un laberinto de grutas angostas, algunas inundadas. «Cada niño, llevado por dos buzos, portaba una máscara integral que les permitía respirar con normalidad de su bomba de oxígeno, pero podían entrar en pánico y eso era un problema», ha indicado el militar, quien aseguró que «los niños no tenían que hacer nada».
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